El ebook es una innovación tecnológica que permite dos cosas para mí destacadas: por un lado, la universalización de la cultura, temporal y espacialmente. La cultura occidental ha sido –y aún lo es- la cultura del libro en papel. Desde la Biblioteca de Alejandría, la transmisión del conocimiento se realiza mediante soportes físicos sobre los que se perpetúa el lenguaje, ya sea pergamino, cuevas paleolíticas o la celulosa. Con la digitalización e Internet, el nuevo soporte es el papel electrónico que se universaliza mediante la red y que se puede leer en nuevas herramientas como son las PDA.
Si el tiempo histórico se puede condensar en miles de páginas electrónicas, el espacio desaparece. Ahora las bibliotecas son los servidores, una red intercomunicada a la que podemos acceder desde cualquier sitio, ya sea tu casa ya la sala de un aeropuerto en el que tienes que pasar el tiempo esperando el siguiente vuelo.
Por otro lado, junto a la rotura de las fronteras espaciales y temporales en la moderna universalización de la cultura, el ebook permite enormes economías. Ahora, millones de libros puedes almacenarse en pequeños espacios, a los que puedes acceder desde distancias inmensas. Es una democratización del saber y del conocimiento.
Pero todo ello debe convivir con la protección de los derechos de los creadores. Es la única garantía para una obra de calidad. Como cualquier artista, creador o innovador, el conocimiento debe ser protegido, y los derechos de los autores deben ser inequívocamente defendidos incluso en el mundo digital.
Otro punto a tener en cuenta es el del papel de los medios. A pesar de las disputas entre defensores de Internet y defensores del modelo tradicional de los medios, creo que la solución no estará ni en unos ni en otros. Pero de lo que no me cabe la menor duda es que de que saldrá de la industria, pues son los objetivos económicos los que buscan las soluciones por pura necesidad básica de supervivencia. Mas posiblemente no será el papel, como tampoco los blogs como hoy los conocemos, los que ocupen el lugar de los nuevos medios. La tecnología está ya aquí, sí, pero el modelo no. Siempre nos hemos olvidado del papel que tienen los creadores en la industria del conocimiento, y ese papel es imperecedero. Lo era antes de la imprenta y después de la imprenta; lo será antes de Internet y después de Internet.
Si el tiempo histórico se puede condensar en miles de páginas electrónicas, el espacio desaparece. Ahora las bibliotecas son los servidores, una red intercomunicada a la que podemos acceder desde cualquier sitio, ya sea tu casa ya la sala de un aeropuerto en el que tienes que pasar el tiempo esperando el siguiente vuelo.
Por otro lado, junto a la rotura de las fronteras espaciales y temporales en la moderna universalización de la cultura, el ebook permite enormes economías. Ahora, millones de libros puedes almacenarse en pequeños espacios, a los que puedes acceder desde distancias inmensas. Es una democratización del saber y del conocimiento.
Pero todo ello debe convivir con la protección de los derechos de los creadores. Es la única garantía para una obra de calidad. Como cualquier artista, creador o innovador, el conocimiento debe ser protegido, y los derechos de los autores deben ser inequívocamente defendidos incluso en el mundo digital.
Otro punto a tener en cuenta es el del papel de los medios. A pesar de las disputas entre defensores de Internet y defensores del modelo tradicional de los medios, creo que la solución no estará ni en unos ni en otros. Pero de lo que no me cabe la menor duda es que de que saldrá de la industria, pues son los objetivos económicos los que buscan las soluciones por pura necesidad básica de supervivencia. Mas posiblemente no será el papel, como tampoco los blogs como hoy los conocemos, los que ocupen el lugar de los nuevos medios. La tecnología está ya aquí, sí, pero el modelo no. Siempre nos hemos olvidado del papel que tienen los creadores en la industria del conocimiento, y ese papel es imperecedero. Lo era antes de la imprenta y después de la imprenta; lo será antes de Internet y después de Internet.
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