martes, diciembre 15, 2009

Comunicación y ruido

De este tema ya escribí en otras ocasiones. En él se encuentran las claves de lo que se debe entender por comunicación, información, infoxicación y los procesos de conocimiento. Pueden completar la información con los excelente informes que cuelga en su web Torres y Carrera.

martes, diciembre 01, 2009

Juanma Roca, dircom de la Deusto Business School


La Deusto Business School cuenta ya con un nuevo dircom: Juanma Roca, con competencias sobre comunicación y marca. El amigo Juanma es doctor en Comunicación por la Universidad de Navarra, máster en gestión de empresas de comunicación, profesor de Empresa Informativa y Redacción, diplomado por INSEAD e investigador visitante de la Oxford Saïd Business School. Ha publicado los libros 'El Reino de la Humildad' y 'Revolución Linkedin', y en enero saldrá otro sobre escuelas de negocios.

lunes, noviembre 30, 2009

Nueva metedura de pata mediática


No es la primera vez. Tampoco será la última. Pero aún así, sigo estremeciéndome cada vez que veo una metedura de pata como la de estos días con el presunto asesino y violador de la niña de tres años al que mediáticamente se le condenó sin miramientos.


Y siempre diré lo mismo: hay que tener un poquito más de sentido común. No vale todo para conseguir audiencia. No vale que se machaque a la gente reiterada y obsesivamente sin ni siquiera someterle al juicio al que sin duda tiene derecho. Nos lamentamos ahora, pero el daño está hecho. Y aún así, nadie pide disculpas. Sólo las he oído desde una televisión que se ha avergonzado de haber metido la pata.


Por supuesto, tampoco desde los gabinetes de comunicación de las Administraciones Públicas (¿y la consejería de Sanidad?) y de los servicios de seguridad del Estado, que vuelvo a repetir: lindan lo legal en muchísimas ocasiones, dando información sin ton ni son y sin el menor cuidado, a mi juicio conculcando en ocasiones los derechos más elementales. Y lo sé por experiencia. Que cada cual cargue con su vela.

sábado, noviembre 28, 2009

Lo que los periodistas catalanes debieran saber antes de hablar

  1. La C.E. es la norma suprema del ordenamiento jurídico español que, junto con los estatutos, conforma el bloque de la constitucionalidad. A la C.E. han de someterse el resto de las leyes emanadas de las Cortes Generales y Parlamentos autonómicos.
  2. De la que se ha dotado el pueblo español en su conjunto, independientemente del color de su piel, edad, creencias, lugar de origen..., y que ha refrendado posteriormente conforme a las reglas de una democracia. Los catalanes también participaron en su elaboración y refrendo.
  3. A ella han de someterse todos los Poderes del Estado: Ejecutivo, Judicial y Legislativo.
  4. No es inmodificable: su propio texto reconoce las formas para una posible modificación de sus contenidos. Constituye, pues, las reglas de juego básicas a las que se someten los jugadores en el escenario político, social y económico.
  5. Pude ser interpretada de acuerdo con las normas que reglan la interpretación en el ámbito jurídico, pero en cualquier caso, por las instituciones capacitadas para ello. De cualquier forma, es una norma que define un 'pacto' para la convivencia social y política de los ciudadanos de un país, y "pacta sunt servanda", los pactos son para cumplirlos, son leyes entre las partes.
  6. Desde otra óptica, este principio se ha trasladado incluso al ámbito internacional. Para los más radicales, que no olviden el art. 27 de la Convención de Viena, que dice que nadie puede alegar normas de Derecho Interno para incumplir los acuerdos establecidos.
  7. Un Estado Social y Democrático de Derecho se fundamenta en la independencia de sus Poderes. Incluso el Código Penal recoge figuras delictivas para quienes atenten contra esa independencia.
  8. El derecho a la libertad de expresión no es un derecho absoluto, sino que también tiene límites. Entre ellos, la salvaguardia del orden público.

lunes, noviembre 09, 2009

¡No me hable de la RSC! (3)

Segundo fallo: Cuando el negocio se confunde con la RSC

Conozco una empresa cuyo objeto social se mueve en torno a las energías renovables. Perfectamente lícito. Pero qué sucede cuando la estrategia de su RSC, como es el caso, también se mueve en torno a la ecología de las energías alternativas. Pues que el espectador no sabe si lo que me quiere vender es el negocio o el buen hacer. No, señor, diseñe su estrategia en un área que no tenga nada que ver con su negocio. Haga lo que esa cadena de bares y restaurantes de todos conocida que contrata a mujeres maltratadas. Nada que ver con el negocio, y sí mucho con la ética y la responsabilidad. Si me dedico a vender molinos de viento y no paro de cantar las bienaventuranzas de las energías eólicas, no sabré nunca si lo hace por venderme a mí también el puñetero molinillo, que es lo más probable. En este caso, ¡no me hable de la RSC!

miércoles, octubre 21, 2009

Noticias basura

Ha aparecido un interesantísimo artículo de Pascual Serrano en el diario Público titulado ‘Noticias basura y noticias engaño’, sobre las noticias que han supuesto “claros e insultantes ejemplos de temáticas frívolas e intrascendentes” que han sido objeto de atención por los medios norteamericanos en el último año. Noticias a las que el autor asemeja con la comida basura.

En el caso español estas noticias pululan por doquier. Las discusiones Campanario – Belén Esteban ocuparon 4.000 minutos de la parrilla televisiva veraniega. Estas son las ‘noticias basura’.

Las ‘noticias engaño’ son, por ejemplo, en palabras de Serrano, cuando los periódicos titularon ‘Europa ya tiene Constitución’ porque los jefes de Estado habían llegado a un acuerdo, pero todavía no se habían pronunciado los ciudadanos. Fue en 2004 y todavía estamos en el empeño.

Pascual finaliza diciendo que se “necesita algún tipo de control de calidad de los medios”. El mayor control de calidad es la autorregulación y la deontología aplicada a nuestro trabajo. Si yo tuviera que defender la Responsabilidad Corporativa de una empresa, mi empeño se dirigiría a estas tareas que lindan con la calidad. Creo que ahí sí se justifican las medidas de RSC. Y donde sea necesario, por supuesto, la denuncia pública de las noticias intolerables.

domingo, octubre 11, 2009

¡No me hable de la RSC! (2)

La aparición de las tendencias sociales vinculadas a la actividad financiera históricamente es periódica y recurrente, y normalmente acontece unida a la constatación de fraudes empresariales, episodios notorios de conductas irresponsables o faltas de ética, la creación artificiosa de valor en las compañías (a veces unida a sistemas de remuneración inauditos), o bien la aparición de efectos externos perjudiciales en el desarrollo de la actividad empresariales. En este caso, costes externos vinculados al medioambiente, la ética, los derechos humanos, la reputación, la imagen…

En definitiva, se trata de gestionar, desde un punto de vista exclusivamente financiero, los costes asociados a la actividad empresarial, aunque a veces supongan costes añadidos a los ya existentes, pero siempre menores a los costes potenciales. En definitiva, se incurre en costes porque el coste de no hacerlo podría ser mayor, lo que no deja de ser un punto de vista exclusivamente financiero de la RSC.

La abrumadora prepotencia del liberalismo en las últimas décadas y la falta de una concepción del Estado que aporte algo más que una mera visión keynesiana de la economía y el gasto social, en definitiva, que dé soluciones a los temas económicos cuando el liberalismo se demuestra impotente, hace que muchos se refugien en una demanda exacerbada de la responsabilidad social de las empresas y corporaciones cuando el Estado incluso se bate en retirada en numerosas facetas de la vida pública. Se suele decir con cierta soberbia que “si se defiende la gestión privada de una proporción superior del producto interior bruto, habrá de esperarse una más intensa participación privada en las responsabilidades colectivas (…) Eso sí, con la subsiguiente participación de los stakeholders afectados” (AECA, ‘Gobierno y Responsabilidad Social de la Empresa’, documento nº 4, 2007).

Lo malo es que cuando el Estado no traduce a términos de mínimos exigibles por normas jurídicas lo que todo el mundo espera de las empresas, el resultado es la búsqueda del máximo beneficio dentro de la legalidad imperante, y donde la RSC se convierte en un factor más del marketing.

¿Es escandaloso que un consejero delegado de una entidad financiera se jubile con tres millones de euros? Los analistas dicen que no, que es una suma del mercado aprobada por un consejo de administración independiente y que representa a los propietarios de empresa. Argumento incuestionable, pero aún sí, es indecente y de una ética cuando menos dudosa. Me río de la RSC de esa entidad financiera cuando lo que valora y potencia es la creación de valor a juicio de sus accionistas y no de la sociedad en su conjunto.

¿Debemos tratar también el tema de los bonus, las retribuciones a corto plazo de las empresas, la expansión y el crecimiento a cualquier costa de las entidades financieras mundiales que están en el origen de la crisis subprime…?

¿Quién quiere hablarme de RSC? La RSC es como la creación de la Europa comunitaria: sólo se avanza cuando lo voluntario se convierte en mínimo exigible.

viernes, octubre 09, 2009

Las canas dan privilegios: ¡No me hable de la RSC! (1)

¡No me hable de la RSC!

Una vez más hemos comprobado que el mercado no siempre busca las soluciones a sus problemas. El viejo principio liberal de que sea el mercado el que se autorregule se me antoja absurdo. Un mercado donde impera la búsqueda del máximo beneficio sólo parece conducir a la codicia desbordada, como una riada que desborda los cauces de los ríos de la regulación y los principios éticos que deben presidir nuestra conducta. Esta tendencia neoliberal entronca con el viejo principio de Friedman (‘Capitalismo y libertad’, Ed. Rialp, 1966) de que los objetivos económicos con irreconciliables con los principios sociales. Pero los últimos acontecimientos parecen contradecir esos principios potenciados con la caída del muro de Berlín y la apertura progresiva de los mercados socialistas a las reglas de juego capitalistas.

Primer fallo: ¿quién dijo ética de los negocios?

Una vez más hemos comprobado que muchos hablan de RSC pero poquísimos creen en ella. O mejor, al menos no se comportan como si creyeran en ella, y eso debe ser –irónicamente- porque cada uno de nosotros tenemos una concepción de la RSC distinta de lo que es la responsabilidad corporativa.

No es casualidad que en muchas organizaciones se esté incardinando la gestión de la RSC dentro de las funciones de Comunicación, en la que tampoco creen demasiados directivos a pesar de que tienen que soportarla no saben muy bien por qué. O quizá sí, pero desde la óptica cercenada imperante en las organizaciones sobre lo que es comunicación. En eso Camdessus tenía mucha razón cuando recientemente denunció los abusos éticos de nuestros financieros y la escasa capacidad que tiene la economía de mercado para controlar los abusos de los directivos a los que se le llena la boca con la palabra eficiencia.

La postura contraria a la de Friedman, que predica las excelencias de los objetivos sociales para crear valor en la empresa, no deja de ser también otro extremo del péndulo en el recorrido de su arco. Es más creíble la postura de Porter y Kramer (‘The competitive adventage of corporate philanthropy’, Harvard Business Review, vol. 80, nº 12, 2002), que intentan alcanzar un lugar de convergencia entre unos y otros.

miércoles, octubre 07, 2009

Una mirada atrás

Repasando mis papeles, me encontré con este texto de Pepe Castro, quien ahora se dedica a los medios de comunicación y al disfrute de la lectura y el trabajo sin exigencias externas. Lo preparó para el homenaje que me hicieron en mi empresa en 2005. Lo recupero para todos, no sin -de nuevo- una sonrisa de agradecimiento.


La Comunicación se compone de situaciones únicas en las que el hombre se encuentra de pronto sumergido, quiera o no. Por eso, parafraseando a don José Ortega, la Comunicación es el tema que nos permite distinguir mejor quienes son “cabezas claras” y quienes son “cabezas rutinarias”.

En este universo de la Comunicación, siempre sugestivo y a veces proceloso, José Lito es una “cabeza clara”, un profesional de contrastada valía, muy acreditado y reconocido, tanto en Galicia como en España, que aporta potentes rayos de luz para impedir que se instale una inquietante confusión en nuestro oficio.

Siempre he admirado en Lito su capacidad de trabajo, que realiza calladamente, silenciosamente, con rigor, abnegada entrega y dedicación; admiro su proverbial humildad, tan alejada de la búsqueda de la gloria personal; su carácter afable y su sonrisa franca y noble, cuando los momentos de humor lo requieren, porque hasta en eso es riguroso. Por eso hoy me siento muy reconfortado y orgulloso de su trayectoria académica y profesional.

Profesionalmente, hemos crecido juntos, desde el nacimiento de aquella entrañable Revista Outeiro hasta que empezamos a planificar y organizar el Departamento Comunicación en la Caja. En aquella época, el tercer vértice del triángulo lo representaba Lucy, que aprendió el oficio con nosotros y aportó su energía, su ardiente vitalidad, casi juvenil, y su dinamismo creativo a un equipo, pequeño en número, pero eficiente en realizaciones. Equipo que, años después, creció con María Herva -¡que gran acierto su incorporación!- y ahora se enriquece con las aportaciones de Dulce María Cruz y Luis Franqueira.

El tiempo es implacable y muchos recuerdos se pierden en esa penumbra, a veces legendaria, que suele rodear a los acontecimientos separados de nosotros por varios años. Ahora bien, siguen vivos en mi el orgullo y la satisfacción de haber tenido este elenco de compañeros, que hoy encabeza Lito, un colaborador siempre leal, eficiente y brillante.

Con los años, el campo de los placeres, como el margen financiero, se estrecha, aunque, eso sí, los saboreas con mayor intensidad. Yo, en los últimos meses, he recuperado el placer y el privilegio de volver a trabajar con Lito, con Lucy y con María –el pequeño equipo que había dejado-, que ahora también componen Dulce y Luis, plenamente integrados.

A ellos, a mí y a la Caja nos cabe la satisfacción de contar con el Doctor José Lito García Abad, una “cabeza clara” en el universo de la Comunicación, que en estricta justicia tiene que compartir su éxito porque, como dice el viejo refrán, al lado de un gran hombre siempre hay una gran mujer. En su caso, dos: Mary y Jennifer.

jueves, septiembre 24, 2009

El fin de una era

Acabo de recibir el número de otoño de la revista Periodistas, editada por la Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE), que curiosamente lleva a portada como tema principal 'El fin de una era', refiriéndose al momento actual del periodismo y muy a propósito del último comentario que he publicado.

La revista incluye reportaje, una entrevista a Rosental Alves, director del Knight Center for Journalism in the Americas, un artículo de Felipe Sahagún titulado 'El futuro del periodismo', un cara a cara entre Gumersindo Lafuente, director de Soitu.es, y Juan Cruz, adjunto de El País, un artículo sobre la seguridad jurídica en Internet como asignatura pendiente, de Aurelio Martín, otro de Bernardo Díaz Nosty bajo el título 'Un sistema insostenible', y el de Juan Antonio García Galindo a propósito de la Universidad, titulado 'La Universidad también se adapta', con el papel de la Comunicación en la nueva enseñanza superior.

He de reconocer que he encontrado muchas coincidencias en sus páginas con mis opiniones, lo cual siempre es agradable como forma de corroborar que también hay quien piensa como uno en el sector. Por supuesto, recomiendo su lectura detenida, pero permítanme que recoja algunas frases:
  • Rosental: "P: ¿Que propone para salvar a los medios? R: Ojalá tuviera algunas propuestas mágicas (...) Pasamos de una comunicación vertical y centralizada a una comunicación horizontal y descentralizada. De un sistema media-céntrico a un sistema yo-céntrico, donde el yo, el individuo, que antes era parte de una audiencia pasiva, se ha transformado hoy en el nodo de una red activa" (Recuerden lo que he escrito sobre las nuevas redes de comunicación en las organizaciones).
  • "Aun en ese ambiente nuevo, en ese ecosistema que no sabemos muy bien cómo funcionará, habrá lugar para el periodismo profesional, ético, basado en la disciplina de la verificación y capaz de entablar una relación de confianza con el público basada en la credibilidad".
  • "Existe el periodismo ciudadano aficionado y el casi profesional. Pero lo que abunda hoy es algo mucho más peligroso: aquello que parece periodismo pero que no lo es, pues viola los principios básicos de la profesión".
  • Gumersino Lafuente: "El debate no pasa por el formato, sino por la calidad".

jueves, septiembre 17, 2009

El futuro de los medios

John Carlin escribió un magnífico artículo en el diario El País el pasado mes de mayo sobre el futuro de la prensa con la actual crisis económica y tras la aparición de Internet. Nadie sabe qué va a ocurrir, decía John, pero cada vez hay más lectores y eso afianza el futuro de la profesión. Curiosamente una buena parte de sus datos aparecen recogidos también en el número de septiembre de la revista Dinero, que lleva a la portada el tema de “¿hacia dónde va la prensa?”.

Una vez más, no debemos onfundir el periodismo con la información en una época en la que se ha fraguado un nuevo calificativo para la Sociedad de la Información en la que algunos dicen que vivimos. Ese término es el de “infoxicación”: una gripe informativa de virulencia superior a la gripe A que atraviesa el planeta. No en balde nos recuerda Miguel Ormaetxea, director de Dinero, que “la información personalizada, especializada, las síntesis significativas, las tendencia de fondo, la prospectiva, la inteligencia económica y policía, van a ser pilares diferenciadores en la competencia global”. En definitiva, que haya mucha gente que escriba en nuevos canales universales y sin coste no significa nada para el periodismo del futuro.

Tengo serias dudas respecto a que cada vez haya más lectores. Una mirada a nuestro alrededor no parece confirmar esa optimista visión. Hay una pérdida generalizada de lectores tanto en papel como en Internet, y lo más creíble es que unos y otros sean los mismos. La diferencia de Internet es que se parte de cero. Las cifras, entonces, hay que ponerlas en relación con otros indicadores. El mismo Carlin habla de que en USA se perdieron 13 millones de ejemplares en papel diarios en un periodo de 15 años, y el crecimiento desde cero en Internet no tiene por qué significar –ni mucho menos- que sean los que se han perdido en papel.

El artículo empieza con una cita de una de las obras de Dickens, escrita a mediados del siglo XIX y ambientada en la revolución Francesa. Un periodista que relataba la transformación tecnológica en ciernes, que aventuraba la explosión de las revoluciones industriales por toda Europa. En definitiva, un proceso de transformación tecnológica como todos los que se han producido a lo largo de los siglos. Efectivamente, marcan el inicio de nuevas épocas, pero jamás significaron transformaciones socioeconómicas implantadas en breves periodos de tiempo. Todo lo contrario, en España, por ejemplo, tardaríamos un siglo en ver la transformación que había sufrido la Inglaterra de cien años antes.

Una reconversión necesaria

Lo que sí es muy evidente es de que la industria periodística tiene que vivir una enorme transformación en su modelo de negocio. Con Internet y sin Internet. No es explicable, si no es por la vía de las subvenciones oficiales, la existencia por ejemplo del número de cabeceras actualmente existente en Galicia, un mercado muy limitado donde sólo hay que ver la cifra de ejemplares vendidos de su cabecera más importante (no hablo de audiencias, que eso es otra historia menos creíble por mucho que se empeñen los marquetinianos de la industria y los controladores que quieren mantener su negocio). Es decir, aunque no existiera Internet no es mantenible un sector como el actual sin una profundísimas transformación y concentración.

La fuga de la publicidad ha acelerado el proceso, pero no se engañen. En valores absolutos, las cifras que se manejan en Internet son todavía ridículas. La Comunicación es el primer gasto que acusa una crisis económica. Pregúntenles a quienes trabajan en comunicación empresarial. Muchos de nuestros directivos aún no creen en sus virtudes, y piensan que el gasto en comunicación es un gasto perfectamente suprimible o rebajable dentro de los presupuestos de las empresas. Así que tampoco echemos las campanas al vuelo diciendo que está provocado directamente por Internet. Influye, por supuesto, pero no es la causa principal.

Hubo una época no lejana que preconizaba el futuro de la prensa local; otra, con el furor de los gratuitos; siempre, con los medios en Internet. Pero la realidad es la que es, y mientras no se encuentre un modelo de negocio para la información en Internet, no hay desarrollo posible, porque no existe servicio si no es contra un precio que cubra sus costes y un margen razonable de beneficio.

Curiosamente, los modelos periodísticos que más impacto están teniendo en Internet no son los modelos de los medios tradicionales (en España, El País, ABC, Mundo, etc.), que se limitan en buena manera a trasladar al formato web sus periódicos en papel, sino los conocidos como “confidenciales”, prensa que publica información en muchas ocasiones sin contrastar debidamente y no siempre de muy buena fuente. Son modelos sencillos y ágiles, cuyos ingresos derivan también en buena medida de los patrocinios empresariales símiles a publicidad.

Tres corrientes de opinión

Hoy, existen como tres grandes grupos jugando en la arena del circo de la información: los medios tradicionales, dentro de los que también hay diferencias, pero que en general no creen en la desaparición del modelo papel, aunque sí (en mayor o menor medida) en su transformación. Digamos que son la derecha política, en algunos casos bastante centrista. Por otro lado, los blogueros, en el extremos opuesto, digamos que ocupan la izquierda del espectro., y también con diferentes tintes de radicalidad. Y los que creemos que Internet transformará el mapa mediático, pero ni con la radicalidad que preconizan los blogueros ni con la incredulidad de lo que Carlin llama ‘viejos rockeros’. La historia ha dado siempre buena muestra de ello en ocasiones parecidas. Después de todo, aún seguimos bebiendo (queramos o no) de los griegos tres mil años después.

Personalmente, me gusta poner un ejemplo personal. Yo he trabajado con el primer PC de mi empresa. Era joven y radical en muchos aspectos, y también creía que aquello iba a eliminar las imprentas en breve plazo. Fui pionero en utilizar programas en una empresa no informativa como el PageMaker para maquetar nuestras propias publicaciones. Estoy hablando de hace un cuarto de siglo. Pues todavía, veinticinco años después, hay imprentas y las publicaciones siguen yendo a las máquinas. Y lo seguirán haciendo durante mucho tiempo. Evidentemente ya no hay plomo, como sí he visto en algunos periódicos cuando era estudiante, pero sigue habiendo grandes áreas de impresión para los mismos cometidos. En resumen, los cambios son profundos, pero no tan rápidos como creemos, y las tecnologías conviven durante mucho tiempo. Hoy tenemos móviles, pero también aparatos muy semejantes a los de Graham Bell.

En cualquier caso, hay que solucionar muchos temas. Fundamentalmente en relación a los derechos de propiedad intelectual. Si no hay derechos, no hay información creíble. Lo que sobra hoy en día es información en Internet; lo que falta es información creíble y de calidad. Es lo que se preguntaba el senador John Kerry en 2004. Y eso debe venir de ese nuevo modelo de periodismo basado en las nuevas tecnologías. Nunca vendrá de una buena parte de esos blogueros que proliferan en la Red y que no vienen del mundo de la empresa periodística. Porque esa es la segunda parte: hay que legislar en materia de información en Internet. No se puede dejar las puertas abiertas a cuanto mamarracho diga lo que quiera decir. Si se penan nuestros excesos en la vida cotidiana, Internet no debe ser un ámbito ajeno a ésta, y la ley debe extenderse a la Red de igual forma que hoy vemos con normalidad la legislación comunitaria. Sé que esto no les gusta a muchos apóstoles de Internet, pero no hay otra forma de hacerlo. Ni sería lógico. Es decir, si escribiendo un libro estoy sujeto a la legislación, ¿por qué no voy a estarlo escribiendo en digital? No hay ninguna razón para ello. Se fabrican coches que pueden circular a doscientos cincuenta por hora, pero no se permite circular a esa velocidad. Así de sencillo.

Después, hay que ser un poco más objetivos. Cuando se hacen afirmaciones como que Obama ha triunfado por saber utilizar la red, parece que no haya utilizado el resto de los medios. Nadie tiene información suficiente que permita afirmar con esa radicalidad tal cosa. Seamos críticos y objetivos, y no elucubremos como solemos hacer con demasiada frecuencia. Hay afirmaciones que no tienen sentido por mucho que nos intentemos tapar los ojos, como fue hace poco la supuesta utilidad de Twitter en la crisis iraní. Tampoco me creo que el modelo del periodismo futuro sea la información por nichos que predica Waldman. Información por interés temático “local” ha existido siempre con las publicaciones especializadas, que creaban en torno al papel redes de interés común. De ahí a hablar de futuro del periodismo basado en ese tipo de redes creadas en oro soporte, en esta ocasión digital, es hacer predicciones puramente especulativas, como pudiera yo afirmar que el futuro estará en la universalidad de los emisores para todos los receptores: la red total y sin trabas. ¡Tonterías! No porque nos e pueda, sino porque no tendría sentido.

El modelo de Olojede y su experimento con Next es, en cambio, creíble, porque de lo único que habla en el fondo es de cambiar la tecnología con la que trabaja el periodista de siempre. En definitiva, cambiar el plomo por el offset. El resto de las experiencias americanas que Carlin recoge, como muchos otros autores (Washington Post, Wall Street Journal…), no dejan de ser interesantes aportaciones en un momento en que nadie sabe a ciencia cierta cómo evolucionará el sector. La misma conjetura de Carlin sobre la posibilidad de los cambios de hábitos de nuestros jóvenes que puedan dejar en la cuneta a los blogueros más radicales no deja de ser un escenario hipotético como muchos otros. No olvidemos que lo que pase en el periodismo estará afectando también radicalmente al mundo de la literatura, que también se enfrenta con el mismo problema del soporte.

domingo, septiembre 13, 2009

Vergonzoso

Un magnífico espectáculo televisivo. Pero vestido de una absoluto desprecio a la ética y a la profesionalidad. Indignante la falta de sentido crítico de nuestros periodistas actuales. Están haciendo un icono de una mujer que ha caído en el sinsentido y se ha enrocado en un mundo onírico del que dios sabe cómo saldrá cuando vea que no hay nadie a su lado cuando esas televisiones ya no vean negocio en su mala lengua y peor criterio. Vergonzoso y una muestra más de la sinrazón de nuestro periodismo actual. Confieso que fui incapaz de ver el peloteo desmesurado, patético y repugnante de Jorge Javier, pero es que a mi alrededor todo el mundo habla de ese vergonzoso programa.

jueves, septiembre 10, 2009

Nuevas lecturas

  • Hay que pensar en sustituyendo las áreas de descanso tradicionales por otras que permitan la e-comunicación. Este trabajo hay que vincularlo con las enormes posibilidades que se abren en la gestión del conocimiento y la comunicación a través de las redes; algo muy similar a lo que supuso en su día las intranets respecto a la comunicación interna. En cualquier caso, la estructura funcional de nuestras organizaciones habrá que concebirlas en forma de redes y no en las clásicas cascadas jerárquicas.

  • Un artículo que, de nuevo, realza los factores decisivos a la hora de percibir el mensaje. Algo que se olvida en muchísimos gabinetes.

  • Por último, el valor de la comunicación emocional sigue siendo determinante. Así se explica el éxito de muchas campañas publicitarias.

viernes, agosto 28, 2009

El signo de nuestro tiempo

“A su juicio, ¿cuál es la principal característica de nuestra época?”. La pregunta me la formulaba hace unos meses una alumna universitaria a propósito de un tema que había surgido espontáneamente en el transcurso de una clase. Como buen gallego, les devolví la pregunta, y empecé a oír respuestas de todo tipo: el acceso a la información, el bienestar social, el conocimiento…; algunos más críticos se ensañaron con el sistema: la crisis capitalista, la fractura geopolítica ricos-pobres…, mientras otros fueron más ensoñadores: la conquista del espacio, el triunfo de los derechos humanos, etcétera.

Aquella estudiante me seguía mirando. “No nos has dicho tu opinión”. Y sus ojos pícaros me arrinconaban en la tarima. “La mediocridad”, le contesté inmediatamente. Y en ese momento vi las caras de desconcierto de todos. Instintivamente añadí: “Políticos mediocres, artistas mediocres, intelectuales mediocres, medios de comunicación mediocres y una sociedad que navega en la mediocridad. Todo ello abonado con el enorme déficit, como un agujero negro que todo lo absorbe, de un líder en cada uno de esos campos”.

Políticos mediocres: No hay ninguna figura política en España capaza de aglutinar el respeto general.

Artistas: es imposible aplaudir una época en la que se alaba a un caballo pintado como si fuera un monumento o se enlata una defecación entre el aplauso general. Lo que hay es un enorme agujero mental aplaudido por los que se llaman críticos y que no dejan de ser los equivalentes en el mundo del arte a esos comentaristas de ‘realities’ televisivos. El posmodernismo ha sido sustituido por el ‘nebus’ (new but stupid).

Intelectuales: Asistimos a la paulatina desaparición de los últimos grandes, que se erigen aún más grandes entre sus conciudadanos, pero con el enrome desconocimiento entre los más jóvenes de quiénes son.

Medios de comunicación: no hay más que ver la televisión o leer los periódicos.

Sociedad: no hay más que corroborar las audiencias de la televisión.

En resumen, mediocridad absoluta, regada por y bendecida por un sistema educativo mediocre.

Alguno me contestó que jamás la juventud había accedido a la cultura con tanta facilidad, que nunca se había podido estudiar fuera como ahora con las becas Erasmus, que el mundo se había hecho pequeño cultural y socialmente... “Es cierto”, pero seguro que ustedes siguen cogiendo apuntes como locos de lo que dicen sus profesores, leyendo un mínimo de libros al año (por dejar la sombra de la duda), recitando en los exámenes los apuntes que han tomado, aprendiendo teorías que no saben aplicar en la práctica… “¿Me equivoco?”. Silencio.

martes, agosto 25, 2009

X Congreso Mundial de Semiótica

A Coruña será la sede del Congreso Mundial de Semiótica, que se celebrará entre los días 22 y 26 de septiembre con el tema general 'Cultura de la Comunicación, Comunicación de la Cultura', en línea con la descripción que uno de los participantes más destacados, Umberto Eco, hacía del campo semiótico como el ámbito de todos los fenómenos culturales en tanto que procesos de comunicación.

El evento científico y cultural que se celebrará en la ciudad contará con la participación de un millar de especialistas procedentes de 60 países de los cinco continentes. Entre los intelectuales y escritores de talla internacional, se encuentran figuras de primerísimo nivel como Salman Rusdhie, Umberto Eco, Roman Gubern, Noam Chomsky o el premio nobel Wole Soyinka.

Dentro del programa científico del Congreso, destacan las conferencias plenarias del escritor anglo-hindú Salman Rusdhie sobre “La novela en la era de la revolución comunicativa global”, la del polaco Erik Landowski “De la semiótica para qué?” o la intervención de la brasileña Lucia Santaella sobre la cultura mediática. También intervendrán como conferenciantes plenarios el argentino de origen gallego, Juan Ángel Magariños de Morentín, el ruso Boris Uspenskij o el francés François Jost que hablará sobre la posibilidad de una televisión cultural. La conferencia de clausura será impartida por el académico Darío Villanueva que disertará sobre “La literatura y las galaxias de la comunicación”.

En el Congreso se desarrollarán sesenta sesiones, veinte en forma de mesas redondas y 40 secciones temáticas sobre los más variados argumentos: desde los imaginarios urbanos y el discurso de las ciudades hasta el diseño, las artes y la arqueología o la historia. Han despertado especial interés las secciones dedicadas a la Semiótica visual, el cine y la televisión, la biosemiótica o el análisis del discurso.

Las delegaciones más numerosas de los 60 países representados en el Congreso, junto a la de España, son las de Argentina, Brasil y México con más de 50 congresistas; Finlandia (30), Francia (35), Italia (32) o Chipre (25) y Dinamarca (25). También participarán en el X Congreso de la IASS importantes delegaciones procedentes de China (33), Corea del Sur (20), Colombia (26), Chipre (25), Alemania (23) o Estonia (22), Rusia (18) y Rumanía (20). Afganistán, Singapur, Japón o Sudáfrica también contarán con participantes.

Este Congreso, que conmemorará el 40 aniversario de la International Association for Semiotic Studies/Association Internationale de Sémiotique (IASS/AIS), fundada en París por Roman Jakobson, André Martinet, Roland Barthes, Julien A. Greimas o el propio Eco, en 1969, convertirá la Ciudad de A Coruña en el gran foro mundial no sólo de la Semiótica sino también de la Comunicación y la Cultura.

domingo, agosto 23, 2009

Derechos e información

No voy a insistir en el tema; lo he denunciado en numerosas ocasiones. Esta vez, ha sido el propio médico: en periodismo, el derecho a la información no prima sobre todos los restantes derechos porque no hay derechos absolutos.


miércoles, agosto 12, 2009

Empresas y redes sociales

Los medios tecnológicos han recogido recientemente los resultados del estudio realizado por Burson-Marsteller y Proof Digital Media Found, hábilmente manejados por sus gabinetes de comunicación, en el que se pretende demostrar que las compañías incluidas en el ranking de “Fortune" forman parte activa en las tres redes sociales claves del momento: Twitter, Facebook y los blogs. Según tal estudio, un 54% de las empresas incluidas en la lista de “Fortune 100" utilizan la plataforma de Twitter para alcanzar directamente a su público (un poco pretencioso, ¿no?, teniendo en cuenta las características del canal y su penetración social), mientras que el 32% manejan blogs y un 29% emplean Facebook. ¡Entre estas tres redes, vence Twitter con el 76%!.

Para quienes estamos acostumbrados a manejar la información según los intereses de nuestras organizaciones (hemos sufrido muchas horas de clase de 'Redacción periodística'), sabemos que existen múltiples formas de presentar los datos, y que estos, si no se relacionan con otras variables, pueden ser origen de percepciones erróneas. Simplemente pidan que lean el artículo y que les comenten a qué conclusiones han llegado. Personalmente, me gustaría saber, en esas empresas, quiénes son las unidades que gestionan esas páginas, si disponen de estrategia de comunicación con objetivos predefinidos y sistemas de control adecuados a los objetivos de negocio y casos concretos de utilización de esas redes.

Evidentemente, decir que una empresa utiliza Twitter para comunicarse con sus públicos es creíble, pero es indudable que mucha gente puede interpretar que esa conducta es constante e incluso prioritaria en su estrategia de comunicación cuando puede ser que no sea más que anecdótica. La frase es correcta, como decir que el 75% de las empresas utilizan Twitter, pero, si ponemos el dato en relación con las formas de comunicación predominantes, los públicos alcanzados y las estrategias y tácticas desarrolladas, esa frase podría ser necesario matizarla. De lo que no me cabe la menor duda es de la necesidad de volver a aplicar las teorías de las redes de comunicación a las redes sociales.

sábado, agosto 08, 2009

Branding corporativo

El profesor Paul Capriotti ha puesto a disposición de todos los amantes de la identidad corporativa en su web su último libro 'Branding corporativo'. Vale la pena descargarlo y, por supuesto, leerlo.

sábado, julio 11, 2009

¿Hasta cuándo?

¿Hasta cuándo vamos a tolerar la falta absoluta de sensibilidad de nuestras televisiones, amparadas en el pretexto de la información? Las imágenes de Cuatro han sido reproducidas, con mayor o menor fortuna por todas las televisiones españolas. De las que he visto, la más agradecida ha sido Antena 3, que al menos se ha preocupado porque no se identificara a la víctima ocultándole el rostro. La más intolerable, Tele5, que encima se ha regodeado con las imágenes de la víctima existente en una red social, con una clarísima transgresión de sus derechos fundamentales. Intolerable.

sábado, julio 04, 2009

Historia y Comunicación

Me empieza a cansar explicar qué es Comunicación a la gente que no puede mirar más allá de su nariz. Si Quevedo hablaba de un hombre a una nariz pegado, hay otros que son incapaces de mirar más allá de los apéndices a los que están pegados. Yo jamás me atrevería a explicar un concepto que no domino a un profesional de ese área de Conocimiento. En Comunicación, todo el mundo sabe. Y así nos va.

Estamos en una época decadente del periodismo. Sólo hay que pararse a pensar en los medios que nos rodean: jamás hubo tantos como ahora, pero a costa de una muy baja calidad. Las culpas debemos compartirlas entre las empresas, ajenas a todo lo que no sean sus intereses a cortísimo plazo; los periodistas, donde todo vale y se acepta todo, y la formación, cada vez más alejada de las necesidades reales de un siglo llamado a cambiar el status quo de las cosas (como todos los siglos, por otra parte, porque el hombre se olvida con extraña facilidad de que las "revoluciones" existieron en todos los tiempos). Las empresas que se olvidan de su papel de intermediarios públicos; los periodistas (cuando lo son), porque todo vale; y las facultades, porque habría que hacer una enorme limpieza en ellas, adaptándolas al tiempo histórico, social y económico en el que se encuentran.

Sin embargo, lo único que no cambia es las definiciones de las cosas. Un coche sigue siendo un coche independientemente del diseño, del carburante y de los colores que luzca. La cocina seguirá siendo una cocina aunque se limite a un recinto de piedras con leños prendidos. Y la Comunicación seguirá siendo un proceso de intercambio de información entre emisor y receptor. El soporte es cambiante; las técnicas, mejorables; los elementos, distintos, pero el proceso obedece siempre a los mismos principios.

Muchos, en cambio, se quedan en alguno de los elementos. Y hablan de periodismo en función de los canales o de las personas, sin tener en cuenta que el periodista es el emisor en un tipo de proceso concreto de comunicación, y que la función de periodista no es extrapolable a cualquier persona que actúe de emisor en un proceso, sino que requiere de unos elementos añadidos, aprendidos, que le convierten en lo que es. Como un médico, un abogado, un filólogo o un profesor. Todo es aprendido, pero no cualquiera puede erigirse en uno de sus representantes.

Creo que es algo elemental. Pero como todo lo simple, es difícil que se tenga presente cuando se habla de Comunicación. Tengo veintiséis años de experiencia en este mundo de la Comuniccaión. Cuando yo empecé, había plomo en los periódicos. Telefónica empezaba a enseñarnos, asombrados, que uno se podía conectar a las bases de datos de todo el mundo online para extraer la más variada información. Yo visité, con 19 años, una sala desde la que me conectaron a los contenidos de bibliotecas de Estados Unidos. Los teletipos era nuestro canal de comunicación básico, como lo es ahora Internet y el teléfono. Al mismo tiempo, se hablaba de una técnica revolucionaria que lo cambiaría todo: la fotocomposición. Se trabajaba en ordenadores personales con programas que eliminarían aquella rutina diaria que era, en mi caso, maquetar la información de Internacional haciendo que los textos quedaran clavados en la página, para sombro de mi redactor jefe y de mí mismo. Otra inmensa revolución. Con los años, el plomo desaparecería, los ordenadores serían la maqueta y el teletipo de turno, y empezaríamos a hablar, primero de hipertexto, y después de Internet y páginas html, de la desaparición de los periódicos, de fotografías que no era preciso revelar, etc. Si uno quiere remontarse más en el tiempo, pasó lo mismo con las diligencias, el telégrafo y los primeros teléfonos.

El primer ordenador personal en mi empresa data de mediados de 1980. Nuestro sistema de comunicación interna operaba en un entorno 3270 de IBM. Aprendimos por entonces lo que eran los procesadores de texto y los programas para editar publicaciones, como el PageMaker, el primero que manejé en aquel tiempo.

Pero el periodismo siguió siendo el periodismo, y el proceso de comunicación, tal como se estudiaba desde los años 20 del siglo pasado, era el mismo. Servía para explicar todos esos cambios históricos sin ningún problema.


Pero siempre hubo, hay y habrá quien se erige en profeta de su tiempo: la imprenta acabará con los conventos (tardó dos siglos, y aún hoy se hacen libros a mano), el offset con las imprentas tradicionales, la radio con el periódico y la televisión con periódicos y radios, el 'periodismo ciudadano' con los periodistas de siempre (ja, ja, ja...), e Internet con los mass media tradicionales...

Afortunadamente, la historia ha demostrado que muy poca gente fue capaz de ver el futuro como Julio Verne, y normalmente las creencias de la mayoría no explican las soluciones finales que el tiempo se ha encargado de consolidar. Lo que eran "revoluciones" solo fueron meros cambios tecnológicos, que a su vez pronto serían superados por otros. Y cualquier solución que realmente supusiera un cambio radical del modelo, siempre implicaba primero el cambio previo de ese modelo. Es lo que pasa en la historia del Conocimiento: hay muchos que predican y pocos que construyen. Para avanzar en la fisíca actual hay que romper con alguna de las teorías explicativas si se quiere hablar de auténtica revolución; si no, será un mero paso adelante en la historia de ese Conocimiento.

La juventud es muy propensa a este tipo de pensamientos. Hablan de 'revoluciones' y anteponen el adjetivo 'nuevo' a cualquier cosa de la que hablen. Y el tiempo nos acaba diciendo que ni revoluciones, ni nuevos.

Hagan un ejercicio: miren en las notas de prensa de las empresas cuánta veces aparece el adjetivo 'nuevo', y en los ensayos editados, cuántas veces hay 'nuevo' y 'revolución' en sus títulos.
A medida que ha ido avanzando la historia de la humanidad, nos hemos vuelto más egocéntricos. De niños nos enseseñaban que vivíamos en la Historia Contemporánea, y yo siempre me preguntaba por qué siempre habríamos de vivir contemporáneos a todos. ¿Qué vendría después de la Contemporánea? Nos hablaban de Revolución Industrial, pero resulta que había países que la sufrían con un siglo de diferencia, como España. Entonces, ¿qué tenía de revolución? ¿No era más fácil ser menos pretenciosos y explicar las cosas como una mera sucesión de episodios históricos producto de la propia evolución del Conocimiento? Porque, después de todo, en muchas áreas todavía bebemos de los griegos.

Ahora es lo mismo que hace un siglo o dos. "La más grande aventura jamás imaginada", "el episodio que cambiará la historia del mundo"... Zapatero, a tus zapatos, y con el martillo dando.

sábado, junio 27, 2009

El poder de la palabra

Malmberg nos abrió los ojos hace años cuando ejemplificó las formas en que las palabras podían cambiar el significado de las cosas. El lingüista sueco definía esa capacidad de transformar la realidad y de engañarnos como ‘el poder de la lengua’, tan importante como el poder de los medios.

Ahora, tras las fraudulentas elecciones iraníes, los defensores de las nuevas tecnologías hablan del éxito de Twitter como instrumento de comunicación. Pero no fue Twitter quien nos ha dado las imágenes de la mujer con el corazón destrozado, abatida en la calle por un francotirador, ni la mayoría de la información que está sirviendo para conformar la opinión pública nuestra, la occidental, sino los medios tradicionales como el teléfono, los periódicos o un sistema de distribución de vídeos como YouTube.

No hace mucho los medios utilizaban teletipos, y a nadie se le hubiera ocurrido intentar ensalzar la ‘revolución’ de los teletipos. Ahora se coge al rábano por los bits. He intentado en alguna ocasión seguir un acontecimiento mediante Twitter, que algunos medios han utilizado como forma innovadora de comunicar con sus lectores. Me ha parecido insoportable, como construir un puzle de frases bajo una cascada de palabras. Sólo corroboré que lo importante no es el medio, sino la información que transmite. Incluso que es más decisiva la construcción del relato.

En la época de las nuevas tecnologías, vivimos en un innegable papanatismo tecnológico que olvida que la tecnología está al servicio de un fin, y es éste el que cualifica a aquella. El periodista de ABCNews Jim Sciutto denunció hace pocas fechas el intento de falsear la información de Irán mediante Twitter. Algunos articulistas también se refirieron a este intento de manipulación, pero todos los días hay organizaciones que operan en Internet utilizando el poder de la palabra, diciéndonos medias verdades que no podemos contrastar con certeza.

Aquí en Galicia, Murado hablaba también de la excelente estrategia de marketing de estos nuevos instrumentos digitales. Sin embargo, algunos de los nuevos paladines digitales andan obstinadamente dándole al martillo pilón como si los canales fueran los nuevos profetas de la realidad. Y el canal, sin contenido, es nada.

martes, junio 23, 2009

¿El fin del papel?

El ebook es una innovación tecnológica que permite dos cosas para mí destacadas: por un lado, la universalización de la cultura, temporal y espacialmente. La cultura occidental ha sido –y aún lo es- la cultura del libro en papel. Desde la Biblioteca de Alejandría, la transmisión del conocimiento se realiza mediante soportes físicos sobre los que se perpetúa el lenguaje, ya sea pergamino, cuevas paleolíticas o la celulosa. Con la digitalización e Internet, el nuevo soporte es el papel electrónico que se universaliza mediante la red y que se puede leer en nuevas herramientas como son las PDA.

Si el tiempo histórico se puede condensar en miles de páginas electrónicas, el espacio desaparece. Ahora las bibliotecas son los servidores, una red intercomunicada a la que podemos acceder desde cualquier sitio, ya sea tu casa ya la sala de un aeropuerto en el que tienes que pasar el tiempo esperando el siguiente vuelo.

Por otro lado, junto a la rotura de las fronteras espaciales y temporales en la moderna universalización de la cultura, el ebook permite enormes economías. Ahora, millones de libros puedes almacenarse en pequeños espacios, a los que puedes acceder desde distancias inmensas. Es una democratización del saber y del conocimiento.

Pero todo ello debe convivir con la protección de los derechos de los creadores. Es la única garantía para una obra de calidad. Como cualquier artista, creador o innovador, el conocimiento debe ser protegido, y los derechos de los autores deben ser inequívocamente defendidos incluso en el mundo digital.

Otro punto a tener en cuenta es el del papel de los medios. A pesar de las disputas entre defensores de Internet y defensores del modelo tradicional de los medios, creo que la solución no estará ni en unos ni en otros. Pero de lo que no me cabe la menor duda es que de que saldrá de la industria, pues son los objetivos económicos los que buscan las soluciones por pura necesidad básica de supervivencia. Mas posiblemente no será el papel, como tampoco los blogs como hoy los conocemos, los que ocupen el lugar de los nuevos medios. La tecnología está ya aquí, sí, pero el modelo no. Siempre nos hemos olvidado del papel que tienen los creadores en la industria del conocimiento, y ese papel es imperecedero. Lo era antes de la imprenta y después de la imprenta; lo será antes de Internet y después de Internet.

lunes, junio 22, 2009

Convocado el premio Pérez Lugín

La Asociación de la Prensa de La Coruña (APC) ha convocado una nueva edición del premio Alejandro Pérez Lugín, dotado con tres mil euros. En esta ocasión el tema del certamen versa sobre la 'Torre de Hércules: patrimonio de la humanidad'.

Podrán participar cuantas personas lo deseen, con la salvedad de que cada concursante sólo podrá presentar un trabajo encuadrado en cualquier género periodístico, inédito y escrito indistintamente en en gallego o en castellano, con una extensión máxima de tres folios o 5.100 caracteres.

El plazo de presentación de originales finaliza el próximo día 30 de noviembre.

martes, junio 16, 2009

A las puertas del verano

Retomo la actividad diaria tras esta pausa de exámenes. En la mesa se me han acumulado las lecturas, que iré despoblando a medida que pueda: el segundo número de la revista Communication Directors, el estudio de la Universidad Austral y Estudio de Comunicación sobre 'Periodistas y empresas', la casi olvidada recopilación de las ponencias del II Congreso de Relaciones Públicas... Y, por supuesto, aún me queda por contestar una consulta sobre los e-books, y quitarme de encima el artículo comprometido para la semana. Mientras, comparto algún que otro café con conocidos de agencias, que me confirman la profunda crisis que están atravesando, y que contrasta con el optimismo de otros sobre la inversión en Internet.

A mediados del año pasado, Infoadex constataba que la inversión publicitaria en los medios tradicionales bajaba un 4,1 por ciento. Internet, por su parte, ocupaba la sexta posición en el ranking de medios con un índice de crecimiento mayor que el de los medios tradicionales: 55,4% interanual. Los datos son incontestables, pero hay que manejarlos con prudencia y espíritu crítico.

Primero, porque los datos siempre reflejan un momento temporal, y sólo la sucesión de fotografías es la que da la imagen del proceso. Por ejemplo, en el actual contexto de recesión y control de costes en las empresas, la inversión publicitaria es la primera de las variables afectadas. La imagen de un año, o de varios, puede perder sentido en plazos temporales más amplios.

Y segundo, porque si la información de un subsector se relaciona con el sector en su conjunto, puede adquirir nuevos significados. Suele suceder, por ejemplo, en subsectores con amplísimos crecimientos, pero con bases muy pequeñas. Crecer 2 cuando la base es cuatro, es crecer un 50%, pero en un conjunto de 100, 6 es ridículo. Los datos del subsector te dirían que se pasó de 4 a 6, con un crecimiento del 50%. Pero en relación al sector, donde se manejan 100, 6 es un pedacito de pan. Y además, a medida que va creciendo la base, los porcentajes se reducen considerablemente.

Es pura matemática. ¿Nunca se preguntan por qué en cada oleada de EGM todos los medios ganan? Porque las variables se manejan según lo que se quiera vender en cada momento. Sólo de la totalidad se quita la fotografía correcta.

miércoles, mayo 27, 2009

4: Lo que aporta Internet


Lo que ha conseguido Internet es pasar de los modelos lineales y circulares de comunicación a los modelos totales con mayor eficacia y a menor coste. El modelo total no es más que una red social.

Y esta es la virtud de las redes sociales: el Muchos a Muchos. La potencialidad que tiene el modelo en Comunicación es enorme, pero siempre supeditado a la Estrategia de la persona (física o jurídica).
Demos un paso más.

Pensemos ahora no en términos de información, sino de Conocimiento. El Conocimiento es Información interiorizada. Yo puedo estar explicándote todo esto pero si no lo adquieres e interiorizas, no será conocimiento sino que seguirá siendo información a tu disposición. Imagínate que puedo construir dentro de mi organización redes de conocimiento paralelas (o superpuestas) a las redes de información. Tengo personas (repositorios de conocimiento) vinculadas entre sí, generando una máquina enorme de neuronas, como un súper computador, al servicio de la organización y de las propias personas. Eso sí que supone un enorme ventaja competitiva de esa organización respecto a otra. Es un volcán a punto de erupción.

Esa red tendría un objetivo: estaría al servicio de la I+D+i de la organización. Es decir, sería una red orientada a un fin, que podría crear sus propios nudos de conexión, modificarlos, y orientarse en función de los objetivos estratégicos de la organización. Eso es una red con sentido estratégico. Tenemos un canal y lo utilizamos para un objetivo organizacional.

Lo que no tiene sentido es estar en un canal sin orientarlo a un fin, porque sí.


Un paso más. Cada modelo de comunicación responde a un estilo de mando, a una forma de ver el mundo, a ideas y valores interiorizados, a una cultura. Por ejemplo, el modelo radial es un modelo autoritario; el modelo total ha de ser un modelo participativo. Pero, ¿qué pasaría si en una organización autoritaria implementase modelos de comunicación participativos? Posiblemente acabaría en la calle.

Lo mismo sucederá desde el punto de vista de las relaciones cliente (externo) - empresa. En una empresa monolítica y cerrada, ¿podría desarrollar modelos de comunicación que impliquen participación, aceptación de las ideas y sugerencias de terceros, fomento de las respuestas y aceptación de los propios errores? Seguro que generaría unos conflictos enormes, porque detrás no hay una estrategia de Imagen, Comunicación y Relación con el Mercado. Focalizarse en los canales es absurdo: lo más probable es que se generen conflictos (¿te parece extraño ahora que se hayan generado en estos meses?) y la imagen del público saldrá perjudicada porque verá que no existe coherencia en nuestra forma de relacionarnos con él, como tampoco en nuestra forma de ser y actuar.



martes, mayo 26, 2009

3: Coherencia


¿A qué nos referimos cuando hablamos de Estrategia?

Básicamente de dos cosas: a elegir áreas de negocio (estrategia corporativa) y a asignar recursos y políticas para desarrollar esas áreas (estrategia competitiva).
Área de negocio es el campo de batalla, esto es, la segmentación estratégica que ha definido el estratega de la organización. La segmentación de Marketing sería la del ejército que combatirá en ese campo de batalla: artillería, infantería... Se trata de reunir en un mismo campo de batalla, que es un negocio o unos objetivos de la organización, a toda la inteligencia de ésta que se encuentra a su servicio. Hay que luchar todos juntos en una misma dirección, no cada uno como quiera.

En una organización, que funciona como un mercado, la cultura es lo que permite a ese mercado estar integrado de forma permanente. Es lo que me hace a mí distinguirme de otro empleado de mi competencia. Cada organización es un mundo, y las formas de relacionarse con sus públicos son totalmente distintas.

De ahí la necesidad de buscar la COHERENCIA. Yo no puedo actuar como si fuera una persona, y a la hora de verdad, que mi cliente descubra que no soy como estoy diciendo. Es condenarse al fracaso.

No se puede desarrollar acciones por Internet si no hemos definido previamente si es necesario estar en Internet, por qué tenemos que estar en Internet y cómo vamos a hacerlo. Y por supuesto, establecer los sistemas de información y control necesarios para retroalimentar nuestras decisiones.

A eso le llamo "ser frente a estar". Tengo que ser para luego estar donde debo estar.

Ahora soy empresario. Imaginemos. Tengo una cadena de producción con trabajadores de diversos perfiles y conocimientos. Mi clientela está dispersa por toda España y es de un perfil muy variado. Posiblemente podría definir perfiles por provincias, por comunidades autónomas y, por supuesto, los estadísticos medios. Distribuyo mis propios productos, es decir, dispongo de mi red de ventas. Posiblemente en este caso necesite definir mi presencia en Internet dentro del mix de canales de mis Políticas de Comunicación y Marketing, definir mi forma de relacionarme con mis distintos públicos (externos e internos), pero sólo lo haré una vez que haya definido quién soy yo (emisor), quiénes son mis públicos (receptores) y cuáles son mis objetivos en función de los objetivos generales de mi empresa (estrategia y tácticas). Jamás haré mi planteamiento de negocio diciendo que tengo que estar en todos los canales posibles buscando presencia, porque la respuesta es: ¿para qué?

Si yo trabajara en una agencia de publicidad, necesitaría diseñar la campaña de un cliente partiendo de un briefing que definiera mi punto de partida y mi punto de llegada. Lo que jamás podría hacer es inventarme una campaña sin saber algo tan esencial como es conocer a mi cliente. Entonces, ¿por qué nos empeñamos en desarrollar acciones a través de un canal cuando no sabemos el 'briefing' de nuestra organización?

Todas las conductas son causales, responden a un motivo. En Derecho español se dice que los contratos son causales y que no se admiten la causa abstracta. ¿Por qué? Estamos hablando de personas, de colectivos, de clientes, de empleados y colaboradores. Estamos hablando de motivaciones, de conducta, de cultura, de valores y de imagen.

Los canales son una pequeñísima parte del sistema relacional de la organización. No son el centro de la organización, jamás podrán serlo, aunque muchos se empeñen.

domingo, mayo 24, 2009

2: La necesidad de la Estrategia

Aquí radica una de nuestras tragedias actuales. Quienes manejan los canales, los medios, no son quienes gestionan los mensajes, los contenidos (ni siquiera tienen por qué ser expertos en sus respectivos campos), y así vemos el mismo mensaje en distintos canales, en un afán interminable de bombardear al público indiscriminadamente. Pero esta falta de estrategia no tiene en cuenta que siempre hay la opción apagar o desengancharse. Y en un mundo 2.0, la opción de protestar públicamente.

Y si esto es así, y resulta que en ambos extremos del proceso hay seres humanos (emisor y receptor), en el medio hay canales e información. Dudar, pues, que Internet es un canal que transporta contenidos es contradictorio y falto de consistencia.

¿Podemos convenir en que es así?

Demos un paso más.

Que yo me conecte a Facebook para decir que "estoy en A Coruña", ponga en mi blog que "estoy en A Coruña", transmita por Twitter que "estoy en A Coruña" y cuente en Plaxo (por no seguir indefinidamente) que estoy en esa ciudad, y así interminablemente, convendrás conmigo que es una estupidez elevada a la enésima potencia. Los canales no están para intoxicar con información banal, sino para gestionarlos de acuerdo a los mensajes y a los públicos destinatarios. Que yo cuelgue una nota de prensa que distribuyo por e-mail en mi web corporativa sigue siendo mentalidad 1.0: ni gestiono la capacidad de los canales ni pienso en mis destinatarios potenciales. Simplemente hago información, no comunicación. Pongo a disposición de, no comunico.

En terminología de teoría de la comunicación, sería como decir que transmito una información altamente redundante (es decir, carente de novedad alguna): primero porque no aporta información nueva; segundo, porque posiblemente para mí, receptor (en un 90% de los casos) es instrascendente. Y porque me hayas bombardeado con el "estoy en A Coruña" no has conseguido más que termine pensando que eres un pesado. Seguro que no es la imagen que te gustaría que tuviera de ti.

Me he olvidado de que el mensaje siempre es función del receptor, es decir, cuando yo le hablo a una persona me expreso en función del otro y jamás en función del yo. El que habla sin escuchar acaba hablando solo. A eso me refería al principio cuando la única objeción seria que he visto al modelo de comunicación consiste en invertir el orden: la comunicación no empieza en el emisor, sino en el receptor.

Esto me lleva a la importancia del receptor en el proceso de comunicación. Si este planteamiento lo hiciera en términos de Marketing, diría que el cliente es lo primero. Estaría hablando de clientes, segmentación y mercados y productos. ¿Es lo mismo el cliente de ABC que el del diario El País? ¿El de Televisión de Galicia que el de Telemadrid? ¿El usuario de Tuenti y el de Linkedin? No, y mi estrategia de medios es una parte de mi estrategia de Comunicación y de Marketing. Si yo fabrico piezas para Citroën en Vigo, que acapara el 80 por ciento de mi producción, ¿crees que es fundamental para mí estar en Facebook? ¿O estar en el Diario Montañés? ¿O salir en Telemadrid? Y aún pudiendo llegar a que sí lo fuera, ¿de qué forma?

Mi negocio depende de un cliente y para mí es vital lo que piensa ese cliente, a qué hora se levanta, qué desayuna, si le gusta ir en coche o utilizar el transporte público, en qué pasa el tiempo cuando está en Internet... No me importa tener diez millones de entradas en Google sino que Citroën piense que mi calidad es 10 y mi producto es insustituible. Desde un punto de vista de Comunicación, ¿qué estrategia definirías para mi empresa? ¿Empezarías pensando en los canales o en tus objetivos?

Por eso hablo de fundamentalismo tecnológico.





1: La Comunicación como proceso


Escribo estas próximas entradas en respuesta a la petición que me han formulado con motivo de la entrada 'Internet como religión'. Voy a intentar ser lo más claro posible, por lo que procuraré utilizar abundantes ejemplos prácticos, aunque me cuesta dominar mi vena docente cuando entro en alguno de mis campos de investigación.

En primer lugar, la comunicación es un hecho social, es decir, y como decía mi añorado profesor Aranguren, la comunicación es humana. Aunque hay interesantísimas aportaciones a la teoría de la comunicación desde las ciencias no sociales, podemos convenir que, tratándose de la explicación del proceso que se produce entre seres humanos, la comunicación es un hecho social.

Por mucho que nos empeñemos, nadie ha puesto en duda (salvo por lo que mencionaré más adelante) la validez del modelo básico que explica la comunicación, que cuenta con cuatro figuras fundamentales: el emisor, el canal, el mensaje y el receptor. Este modelo tiene varias formas de expresión, según se añadan los códigos, las intenciones y finalidades o el proceso de retroalimentación, o según se considere incluso la existencia de elementos humanos o no en el proceso, es decir, que emisor y receptor no necesariamente sean personas (modelos de las ciencias no sociales y cibernéticos).

Así, toda la literatura, desde la retórica griega, habla de que la comunicación es un proceso entre sujetos que intercambian información a través de un canal, llámese éste voz, ondas sonoras, internet, telégrafo, periódico o simple papelito que se pasen los alumnos de cualquier aula. De momento, por mucho que nos empeñemos, en los dos extremos están las personas y en el medio el canal que transmite el mensaje. Poner en duda que Internet es un canal es inútil mientras no se redefina el modelo de la comunicación, que es el único válido hasta el momento. Como sabrás, en Ciencia los modelos son válidos mientras no se definan otros mejores, incluso aunque no respondan al 100 por ciento de los casos.

Desde este punto de vista, cuando afirmo que Internet es un canal como la radio o la televisión, no me refiero a sus características técnicas, sino al papel que desarrolla en el proceso de comunicación.

Y cuando se afirma que Twitter es el telégrafo en versión nuevas tecnologías de la comunicación, es porque ambos parten de los mismos principios y condicionantes: rapidez a la par que limitación física de la información transmitida. El trabajo de un amanuense y de la imprenta básicamente es el mismo: la reproducción de información.

Desde la década de 1930, todos los estudios van en esa dirección: Lasswell, Lazarsfeld, Lewin, Hovland, Berelson, Berlo, Schramm, Nixon, De Fleur, etc.; incluso el modelo es usado por las tendencias menos sociales, como la cibernética: Shannon, Wiener, Singh... Es decir, estamos ante un modelo que explica el proceso de comunicación que sigue siendo válido científicamente.
De una forma muy básica, el proceso es el que aparece en el gráfico.

Todos hemos oído la famosa afirmación de McLuhan: el medio es el mensaje. Desde un punto de vista estricto, la afirmación no es correcta, pero sí es cierto que el medio condiciona el mensaje. Es decir, usar el mismo mensaje, formalmente hablando, en Twitter, Facebook, un papel que le pasamos a nuestro vecino de pupitre o el cartel que pegamos en la farola es ridículo. En términos tradicionales no podemos confeccionar el mismo mensaje formal para un periódico que para una televisión. Sus características son distintas, y su funcionalidad también.


jueves, mayo 21, 2009

Internet como religión

Papanatismo neo-religioso, nulo espíritu crítico, fundamentalismo tecnológico…: posiblemente todos estos conceptos sean predicables de muchos teóricos del puntocom, evangelizadores de esa nueva religión llamada Internet.

Hace unos días uno de mis contactos en redes sociales, Juanma Roca, poco más o menos decía que la gente se había vuelto un poco loca con Twitter, que al fin y al cabo no es más que el telégrafo en formato de nuevas tecnologías, es decir, algo que lleva ahí más de un siglo. ¡Genial! La imprenta surgió en el siglo XV y tuvo que convivir dos siglos con los amanuenses a pesar de todos los gurús de las nuevas tecnologías de su tiempo, que predicaban el fin de las copias a mano.

Lo mismo pasa con Internet. Lo importante es –dicen- estar en la Red. No, señor: Lo importante es saber por qué tienes que estar en la Red (si es que tienes que estar). Y ahí radica la enorme diferencia entre los fundamentalistas de los bits y los críticos de la razón práctica.

Hace unos días leí en La Vanguardia una entrevista a un tal Avinash Kaushik, que ostenta el curioso cargo de Evangelista de Analítica para Google. Este curioso personaje, que intervino en unas jornadas en Barcelona, decía de su profesión que “la función típica de un evangelista es predicar sobre una religión, pero mi objetivo es enseñar a la gente cómo usar mejor los datos que ofrece Internet y descubrirles toda la información que les puede revelar”. Curiosa contradicción la que personifica este sacerdote de su tiempo, que afirma que su misión en enseñar cómo utilizar la información y, en cambio, se bautiza como ‘evangelista’.

Sin demasiado ahínco miro algunos de los últimos trabajos sobre la materia que se han colgado en los blogs, generalmente muy poco académicos, y me invade la misma sensación de siempre: escaso espíritu crítico, poco análisis de escenarios futuros bien fundamentados, mucho dato sin interrelacionar, demasiada tecnología en detrimento de la estrategia…

Las diferencias entre ambas posiciones extremas se pueden ilustrar con pocas frases. Los fundamentalistas dicen que todo el mundo tiene que tener tarjeta de visita; los estrategas dicen que no siempre es necesaria la tarjeta de visita y, aún siéndola, hay millones de formas de diseñarla. Los primeros priman el estar; los segundos anteponen el ser. Los primeros recuerdan aquellos análisis textuales de Kayser y sucesores: hay que medir cuantitativamente el número de apariciones, la presencia egocéntrica…; los segundos dice que estar más no significa estar mejor.

Y ahí radica la enorme diferencia entre unos y otros. Los primeros se olvidan siempre de la cultura empresarial; los segundos dicen que los valores culturales condicionan la forma de relacionarse con los demás, y esto es mucho más crítico que estar o no estar.

Lo que poca gente hace es examinar la tecnología como soporte de la comunicación. Es decir, Internet es, en definitiva, un canal como la radio, la televisión o el periódico. El formato influye sobre los contenidos (el medio no siempre es el mensaje), pero lo que los diferencia es el contenido, la estrategia y el posicionamiento. Centrarse en los canales es perder de vista el auténtico sentido de la comunicación como proceso.

miércoles, mayo 20, 2009

Los comunicadores de la Xunta

Alfonso Cabaleiro (Imagen en Periodista Digital).

Tras el cambio de gobierno, van apareciendo los nombres de los comunicadores que van a gestionar esta función en la Xunta de Galicia. Esta mañana se conocía que Alfonso Sánchez Izquierdo se encargaría de la CRTVG; previamente, Casteleiro para la Secretaría Xeral de Medios.

Sánchez Izquierdo nació en Marruecos y estuvo casi toda su vida profesional en el periódico ourensano 'La Región', en el que fue director. Licenciado en Derecho y en Ciencias de la Información por la Universidad Complutense de Madrid, imparte docencia en la Facultad de Ciencias de la Comunicación de la Universidad de Santiago.

Cabaleiro nació en Redondela, Pontevedra. Es licenciado en Periodismo, profesión en la que ejerció como director regional de la cadena Cope en Galicia, subdirector de Informativos de TVG y director de la radio autonómica.




jueves, mayo 14, 2009

Communication Summit 2009

Acabo de recibir la invitación para asistir en julio al encuentro de Comunicación organizado por la EACD en Bruselas. La ciudad acogerá el encuentro sobre el estado de la Comunicación en 2009. Allí estarán algunos de las más brillantes mentes en la especialidad, tanto desde la investigación como desde la práctica cotidiana, y en un momento donde la virulencia de esta crisis global ha puesto de nuevo de manifiesto que las herramientas tradicionales no sirven para afrontar un ciclo económico sin precedentes, sino que también, cultural y organizativamente, los tiempos son llegados, y lo que algunos hemos mantenido durante los últimos veinte años, parece que está ya más cerca de la realidad.

La Comunicación ya no es ni volverá a ser jamás sinónimo del Gabinete de Prensa. Quien así siga funcionando estará abocado al desastre. Algunos políticos deberían verlo a su alrededor estas semanas. La Comunicación es una función estratégica que debe operar con nuevas herramientas, nuevas estructuras organizativas y nueva visión del futuro.

En la ciudad estarán los mejores: Craig Carroll (Carolina Obervatory on Corporate Reputation), Soumitra Dutta (INSEAD), Ian Hargreaves (Foreign and Commonwealth Office), Nick Hindle (McDonald's), Nicholas Sharples (Sony), Mike Wing (IBM), Fiona Wilkinson (VISA), etc., entre un total de 60 ponentes. Por cierto, sólo veo una persona de habla hispana: Cristina Gallach, de la oficina de Javier Solana. ¿Podemos extraer alguna conclusión de esto?
En el encuentro de 2008, ¡sólo hubo dos españoles! De Bégica, 61; de Alemania, 40; Francia, 13; Países Bajos, 24; Reino Unido, 43; Suiza, 17 (...), ¡y de Turquía, 3!

miércoles, mayo 13, 2009

Pankaj Ghemawat y su estrategia global


Foto de la web del autor: http://www.ghemawat.org/

He ido a la conferencia de Pankaj Ghemawat, experto en estrategia global, quien dice no existe la globalización, sino la semiglobalización, porque aún hay muchas diferencias importantes en los flujos económicos.

Menos de lo que esperaba: esa fue la conclusión que extraje tras la conferencia. Como buen profesor, y utilizando la metodología del caso ejemplo, habló de algunas de las recetas que enseña cualquier escuela de negocios o libro de management para aplicar a la dirección de negocios. Quizá lo más ilustrativo fue que su semiglobalización no es más que una forma alternativa de ver los flujos comerciales de un país o empresa. En muchos momentos me recordó la forma que yo utilizaba para resolver los casos en mis másteres: en primer lugar, recogía los cuantiosos datos del caso para tratarlos y ponerlos de la forma más visible y gráfica posible a primera vista. En segundo lugar, los cruzaba internamente y externamente, con datos del sector, entorno, etcétera, y normalmente en esta fase, en un 80 por ciento de las veces, ya extraía visualmente ideas para aplicar a la resolución del caso propuesto.

Ghemawat fue lo que hizo: tratar la información para extraer nuevas conclusiones. Pero, al fin y al cabo, no es más que una consecuencia lógica del pensamiento estratégico.

1.- Debemos disponer de un excelente Sistema de Información para el Management (llámese dirección comercial, dirección de comunicación…) que nos permita adoptar decisiones y evaluar resultados antes de implementar medidas correctoras en su caso.

2.-Lo que sirve para los negocios o los países también sirve para las personas. Esta idea creo que les quedó muy grabada a mis alumnos del Máster de Relaciones Laborales de Santiago en esta última jornada tan divertida que hemos pasado juntos. Les enseñé a utilizar los ideogramas para generar mapas DAFO de sus propias habilidades y aplicarlos en la gestión de sus competencias diarias. Lo entendieron muy bien, y les gustó. Sólo fue una forma alternativa de analizar la información que disponen.

jueves, mayo 07, 2009

Comunicación. Técnicas de presentación

Este es el guión para la clase del Máster de Recursos Humanos de la USC. Sustituye a la que existía en los repositorios, que doy de baja.


Intranet y Portal del Empleado

Estoy a la espera de subir a los alumnos de la USC la presentación guía de la clase del Máster de Recursos Humanos sobre técnicas de presentación. Mientras tanto, podéis ojear esta, que está en el repositorio de Slideshare.


viernes, mayo 01, 2009

Algunas frases para la reflexión

Continúo la lectura de los artículos que tengo pendientes y que se me acumulan inexorablemente. En esta ocasión, más que materializar las reflexiones particulares, les propongo las frases que recojo para su propia reflexión.

De 'Communications 3.0: the next generation', de John Clulow y Richard Morgan:

1.- "Nadie puede decir con certeza qué herramientas usaremos los comunicadores en 2020".

2.- "Veremos un cambio en el pensamiento, no un cambio en la práctica" (Jan Servaes, profesor de la Universidad de Massachusetts).

3.- "Muchas organizaciones tienen comunicadores especializados constantemente online para responder a los comentarios a través de plataformas como Twitter, Facebook y YouTube".

4.- "Muchos de los nuevos canales sociales con seguridad pueden ayudar a las empresas a desarrollar una mejor comunicación interna (...). Introducir estas herramientas ahora beneficiaría a las empresas en pocos años, cuando la generación actual comience a trabajar".

De 'Back to the future', de Valerie Perruchot Garcia, vicepresidente de Comunicación Interna de Axa Group.

5.- "El dilema fue difícil para los comunicadores en aquel tiempo (la autora está simulando el escenario comunicativo de 2020, en que sitúa el relato principal): cómo desarrollar una nueva forma de interacción social en las grandes compañías internacionales. De regreso a 2009, debo confesarles que no tenía ni idea".

Las lecturas son enormemente estimulantes. Seguro que las recogeré en próximas entradas.

domingo, abril 26, 2009

Un sistema para la gestión de la Comunicación Interna

Después de la imagen y el sonido, toca el turno al texto. El que quiera ver mi propuesta metodológica, la he colgado en Scribd. Paciencia en la lectura. ¡Cómo me gustaría aplicarla en una organización!

viernes, abril 24, 2009

Quo vadis, Comunicación

Carlos Soria, en su intervención en la Universidad de Navarra el pasado febrero. Hay que superar los dos fundamentalismos: el del papel y el de Internet.



lunes, abril 20, 2009

El fracaso de los periódicos

Comulgo con Bieito en que el modelo de los periódicos, a pesar de todos los datos que oleada tras oleada de EGM nos invaden, es un modelo fracasado. Desde el punto de vista de Comunicación Corporativa, es un modelo sin futuro. Al igual que los medios tienen que replantearse su presencia en Internet, el papel tiene que reformular su modelo. Quien elabore una estrategia de comunicación corporativa pensando en la prensa escrita, posiblemente acabará en el fracaso más absoluto AUNQUE ESTÉ EN ESA PRENSA TODOS LOS DÍAS.