Retomo la actividad diaria tras esta pausa de exámenes. En la mesa se me han acumulado las lecturas, que iré despoblando a medida que pueda: el segundo número de la revista Communication Directors, el estudio de la Universidad Austral y Estudio de Comunicación sobre 'Periodistas y empresas', la casi olvidada recopilación de las ponencias del II Congreso de Relaciones Públicas... Y, por supuesto, aún me queda por contestar una consulta sobre los e-books, y quitarme de encima el artículo comprometido para la semana. Mientras, comparto algún que otro café con conocidos de agencias, que me confirman la profunda crisis que están atravesando, y que contrasta con el optimismo de otros sobre la inversión en Internet.
A mediados del año pasado, Infoadex constataba que la inversión publicitaria en los medios tradicionales bajaba un 4,1 por ciento. Internet, por su parte, ocupaba la sexta posición en el ranking de medios con un índice de crecimiento mayor que el de los medios tradicionales: 55,4% interanual. Los datos son incontestables, pero hay que manejarlos con prudencia y espíritu crítico.
Primero, porque los datos siempre reflejan un momento temporal, y sólo la sucesión de fotografías es la que da la imagen del proceso. Por ejemplo, en el actual contexto de recesión y control de costes en las empresas, la inversión publicitaria es la primera de las variables afectadas. La imagen de un año, o de varios, puede perder sentido en plazos temporales más amplios.
Y segundo, porque si la información de un subsector se relaciona con el sector en su conjunto, puede adquirir nuevos significados. Suele suceder, por ejemplo, en subsectores con amplísimos crecimientos, pero con bases muy pequeñas. Crecer 2 cuando la base es cuatro, es crecer un 50%, pero en un conjunto de 100, 6 es ridículo. Los datos del subsector te dirían que se pasó de 4 a 6, con un crecimiento del 50%. Pero en relación al sector, donde se manejan 100, 6 es un pedacito de pan. Y además, a medida que va creciendo la base, los porcentajes se reducen considerablemente.
Es pura matemática. ¿Nunca se preguntan por qué en cada oleada de EGM todos los medios ganan? Porque las variables se manejan según lo que se quiera vender en cada momento. Sólo de la totalidad se quita la fotografía correcta.
A mediados del año pasado, Infoadex constataba que la inversión publicitaria en los medios tradicionales bajaba un 4,1 por ciento. Internet, por su parte, ocupaba la sexta posición en el ranking de medios con un índice de crecimiento mayor que el de los medios tradicionales: 55,4% interanual. Los datos son incontestables, pero hay que manejarlos con prudencia y espíritu crítico.
Primero, porque los datos siempre reflejan un momento temporal, y sólo la sucesión de fotografías es la que da la imagen del proceso. Por ejemplo, en el actual contexto de recesión y control de costes en las empresas, la inversión publicitaria es la primera de las variables afectadas. La imagen de un año, o de varios, puede perder sentido en plazos temporales más amplios.
Y segundo, porque si la información de un subsector se relaciona con el sector en su conjunto, puede adquirir nuevos significados. Suele suceder, por ejemplo, en subsectores con amplísimos crecimientos, pero con bases muy pequeñas. Crecer 2 cuando la base es cuatro, es crecer un 50%, pero en un conjunto de 100, 6 es ridículo. Los datos del subsector te dirían que se pasó de 4 a 6, con un crecimiento del 50%. Pero en relación al sector, donde se manejan 100, 6 es un pedacito de pan. Y además, a medida que va creciendo la base, los porcentajes se reducen considerablemente.
Es pura matemática. ¿Nunca se preguntan por qué en cada oleada de EGM todos los medios ganan? Porque las variables se manejan según lo que se quiera vender en cada momento. Sólo de la totalidad se quita la fotografía correcta.
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